El Rechazo, te lleva a las dudas y estas te llevan a los miedos y ahí se desencadena dentro de tu mundo interior un gran desorden...
Cuando eres un humano con un mundo interior rico a muy temprana edad te enfrentas al rechazo.
En ese momento no eres consciente y lo sientes como un aislamiento que es provocado por los demás e intentas a toda costa caer bien a todo el mundo...
Con el tiempo te das cuenta de que esto no es posible y ese rechazo externo lo empiezas a sentir como algo tuyo, perdiendo toda confianza en ti mismo/a.
De ese rechazo interno, crece el sentido de la inferioridad, que te hace sentir muy pequeñito/a y surge ese otro aislamiento también interno, como una barrera de protección externa...
Esa barrera externa empieza a transformarse dentro de tu mundo interno en un gran muro de piedras difícil de penetrar y difícil de romper porque el rechazo continuado desde la niñez hasta bien pasada la adolescencia deja una huella en el alma casi imborrable....
Vencer ese rechazo en la vida adulta puede ser algo complejo, porque se puede convertir en algo crónico que alimente a otro personaje interior llamado Víctima.
La Víctima suele recurrir al drama para ser aceptada por la sociedad, creyendo que así se rompe el muro del rechazo, pero lo único que hace es maquillarlo de dudas, haciendo surgir de nuevo todo tipo de miedos...
El muro creado por El Rechazo solo se cae cuando te aceptas a ti mismo/a cuando comprendes que no a todo el mundo tienes que caerle bien.
Cuando recuperas la confianza en ti mismo/a, cuando sientes dentro de ti el poder y la grandeza de quien eres, cuando ya no te importa que los demás no te comprendan, cuando comprendes que no tienes que limitarte empezando a ser quien Realmente Eres.
Con Infinito Amor, de Índigo a Cristal.
Brisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario